domingo, 1 de noviembre de 2009

LECCIONES BÁSICAS PARA APRENDER A AMAR (II)

Practicas Espirituales: limpiando el carburador

Si abres la puerta de tu corazón, mas amor se filtrará.

Es como conducir un coche, cuando más pises el acelerador, más se abren los alimentadores del carburador, más gasolinas pasa y el coche va más rápido. Pero si el carburador está sucio y los canales de alimentación no están limpios, no importa cuanto pises el acelerados, la gasolina no podrá pasar, y el coche no avanzará suavemente.

Tenemos que limpiar el carburador; nosotros limpiamos el carburador mediante las practicas espirituales.

Las prácticas espirituales no implican esfuerzo alguno, pero en la ausencia de esfuerzo, se generan ciertos efectos que algunas veces son un poco abrasivos. Solo raspando, frotando y puliendo la sarten acaba limpia.

El acero más refinado se hace en el fuego más caliente. .

En el estado inicial de nuestras prácticas espirituales llegamos a reconocer el bloque y la suciedad de nuestro carburador y empezamos a limpiarlo. Si la limpieza se hace sin comprender lo encontramos muy desafiante, pero si se recibe el conocimiento adecuado, nuestra actitud sobre el proceso de limpieza cambia: empezamos diciendo que este proceso de limpieza es una condición sine qua non.
El coche de nuestra vida no puede permanecer parado, es su naturaleza y su deber el conducir, se tiene que mover y si no lo limpiamos el carburador se oxidará.